26 de abril de 2012

Relajación de los músculos vaginales: ¡Hay que trabajárselos!

Siempre me ha maravillado lo bien diseñados que están cada uno de los órganos de nuestro cuerpo y la complejidad y precisión al cumplir sus distintas funciones. Nuestros genitales externos y su sensibilidad especial que nos produce placer, los labios mayores y menores que protegen los orificios de la vagina (introito vaginal) y de la vejiga (meato uretral) de rozaduras e infecciones, el meato uretral que nos permite retener y vaciar la orina en función de lo llena que está la vejiga, la vagina y su elasticidad, lubrificación y su sistema de autolimpieza que la protege de las infecciones, son una muestra de esta maravilla.


Sin embargo siempre he pensado, que nuestros genitales externos no han tolerado bien el cambio a la bipedestación (estaban mejor diseñados para andar a cuatro patas). El efecto de la gravedad condiciona que cualquier esfuerzo muscular del tórax (golpes de tos, risa), del abdomen (defecación, ejercicios abdominales) y de los brazos (cargas de peso) se transmitan hacia la zona genital. El embarazo, por el aumento de la progesterona, produce una relajación  general de la musculatura del cuerpo, 
incluida la que rodea el introito vaginal y el meato uretral.
Esta relajación hace que la musculatura de la zona genital se pueda deteriorar más bajo el efecto del propio peso del embarazo y los efectos sobre los genitales de los esfuerzos musculares en otras partes del cuerpo. El parto vaginal al salir el bebé, dilata la musculatura que rodea a la vagina, incluyendo también las fibras musculares que rodean la uretra, supone una dificultad añadida para un perfecto funcionamiento posterior.



Trótula te explica cómo conocer el estado de tu musculatura vaginal y cómo mejorarla si está relajada

23 de abril de 2012

Menopausia: ¡Merece la pena vivirla intensamente!

La menopausia define la etapa que va desde la retirada de la regla, alrededor de los 50 años habitualmente, hasta la muerte de una mujer. Hace 30 años, la mayor parte de las mujeres vivían el inicio de esta etapa como una etapa de liberación. Las mujeres que disfrutaban de la sexualidad se liberaban de la posibilidad de embarazos no deseados (anticoncepción prohibida e inexistente). Las mujeres que sufrían la sexualidad como "débito conyugal" se liberaban de relaciones no placenteras (el final de la vida reproductiva se asociaba a final de la vida sexual, concepto muy popular en aquel momento). Las mujeres que tenían molestias relacionadas con la regla (síndrome premenstrual y reglas abundantes o dolorosas) se liberaban de las mismas. 


Hace unos 25 años se empezaron a hacer estudios sobre las consecuencias para la salud de las mujeres que vivirían muchos años sin la influencia de las hormonas femeninas(la esperanza de vida iba aumentando considerablemente). Empezaron a aparecer listados y más listados de efectos negativos en las mujeres. Y también apareció el remedio a todos estos males: la terapia hormonal substitutiva. Todas las mujeres si querían mantener su salud a partir de esta etapa, debían consumir durante muchos años "hormonas de la eterna juventud".

Fue vergonzosa la presión/corrupción de las compañías farmaceúticas sobre profesionales encargados de difundir esta nueva necesidad, el número de eventos científicos patrocinados por las mismas y su aparición estelar en los medios de comunicación. El resultado fue millones de mujeres con miedo a las consecuencias de esta etapa de la vida y millones de mujeres consumiendo tratamientos hormonales. Ya desde el principio se alzaron voces críticas, siempre minoritarias, que ponían en duda estos tratamientos. Fue necesario que aumentaran de manera alarmante las mujeres con cáncer de mama, con infartos y embolias, para que finalmente salieran documentos científicos, que pusieran fin a esta locura. Se había roto el hechizo.

Trótula quiere explicarte algunas cosas sobre esta etapa de la vida

13 de abril de 2012

Anticoncepción hormonal: Cambios en la regla y pérdidas de sangre

La regla es la expulsión de la capa que recubre el interior del útero (endometrio), que va creciendo en función del nivel de hormonas que produce el ovario en cada ciclo. Cuando se utiliza cualquier anticonceptivo hormonal, no se producen verdaderas reglas. Hay pérdidas de sangre, a las que denominamos "falsas reglas" y que dependen del tipo de anticonceptivo que se está utilizando. 

Los anticonceptivos hormonales combinados (con estrógenos y gestágenos) consiguen que estas "falsas reglas" sean regulares y normalmente de menor cantidad, menor duración y menos dolorosas. Los anticonceptivos hormonales con sólo gestágenos no regulan las reglas y mientras se toman, suelen aparecer pérdidas de sangre, sin ninguna regularidad, normalmente muy escasas y de una duración muy variable alternando, con periodos largos sin ninguna pérdida de sangre.

Trótula te explica más sobre las "falsas reglas" y las pérdidas de sangre, cuando utilizas anticonceptivos hormonales

11 de abril de 2012

Síndrome premenstrual: ¡Esos cambios que nos incomodan antes de la regla!

La mayor parte de mujeres, en alguna ocasión, nos hemos sentido descalificadas, ante respuestas emocionales más o menos adecuadas, con el argumento de reaccionar en función de nuestra situación hormonal. Socialmente se considera que la cercanía de la regla nos desequilibra y nos convierte en menos hábiles para responder adecuadamente a situaciones, que en otro momento abordaríamos mucho más serenamente.




El ovario, en cada ciclo menstrual, tiene una fase en la que predominan los estrógenos (desde la regla hasta la ovulación, aproximadamente en el día 14, en un ciclo menstrual de 28 días ) y una fase en la que predomina la progesterona (los 14 días antes de la regla). Los estrógenos y la progesterona tienen  efectos distintos en nuestro cuerpo y es normal notar esta diferencia en algunos aspectos concretos, aunque para la mayoría de nosotras no supone ninguna incomodidad.


Algunas mujeres, en algún periodo de su vida, notan más intensamente estos cambios, produciéndoles molestias, que pueden interferir en su bienestar. A este conjunto de molestias se las denomina síndrome premenstrual.


Trótula te explica en que consiste el síndrome premenstrual

1 de abril de 2012

¡Ovario poliquístico no es lo mismo que síndrome del ovario poliquístico!

Cuando una situación sucede, dependiendo de la edad, hasta en el 50% de las mujeres. Cuando a esta situación se le asocia unos efectos perjudiciales importantes. Cuando un laboratorio, que tiene un fármaco que promete evitar estos efectos perjudiciales, promociona una reunión de expertos (Conferencia de Rotterdam, 2003) para definir los criterios para su diagnóstico. En todas estas situaciones algo huele a podrido.




Si cualquier mujer, que tiene reglas, se realiza una ecografía ginecológica, sea cual sea la razón para hacérsela, tiene hasta un 25% de posibilidades de que se le dé un diagnóstico de ovarios compatibles con ovarios polimicroquísticos, que puede llegar al 50% en las mujeres de 14 a 25 años. Significa que en la imagen ecográfica, como mínimo, en uno de los ovarios se visualizan 12 o más folículos que miden entre 2-9 mms de diámetro o un volumen ovárico de más de 10 centímetros cúbicos.


Trótula quiere explicarte la importancia que debes dar a este hallazgo